Invertir no es jugar a la ruleta

5 diciembre 2022

Equipo VIF

El año 2022 se ha caracterizado por la inestabilidad de los mercados financieros, empezando por los incrementos constantes a las tasas de interés y terminando en los colapsos de valor de algunas criptomonedas. En este contexto vale la pena preguntarse: ¿estoy invirtiendo correctamente?

Hoy en día existe una sed por la manera más innovadora y nueva de invertir. Sin embargo, hay una razón por la cual los inversionistas con mayor experiencia siguen usando las mismas técnicas confiables que ya son bien conocidas. No hay necesidad de reinventar la rueda. 

Al momento de determinar la asignación de activos, sin importar la cantidad de dinero, siempre hay cuatro cosas que uno tiene que considerar: 

1. Perfil de riesgo: ¿cuál es tu disposición, necesidad y capacidad para asumir riesgos?
2. Horizonte de tiempo: ¿cuándo se va a gastar el dinero?
3. Circunstancias actuales: ¿cuál es el estado actual de tus finanzas?
4. Metas: ¿dónde quieres estar en el futuro? 

Así como no existe una receta única para la asignación inicial de activos, tampoco para el momento de hacer cambios. Ben Carlson, CFA, tiene varios años siendo asesor de finanzas personales, y señala tres momentos clave en los que alguien podría considerar hacer un cambio en su asignación de activos. 

El primer momento es cuando el mercado cambia significativamente su valuación de riesgo y seguridad. Durante la pandemia, las tasas de interés de la mayoría de los países del mundo cayeron por los suelos y los rendimientos de bonos estuvieron cercanos a 1%. Este cambio severo permitió a inversionistas que normalmente serían aversos al riesgo a ir más allá en ese espectro. Lo que ocurre en la actualidad sigue esa misma lógica, ya que, antelas crecientes tasas de interés, los inversionistas han regresado la mirada a los bonos. En síntesis, la asignación de activos dependerá del equilibrio general del mercado. 

El segundo momento en el que uno se debe de plantear cambiar la asignación de activos es cuando se percata de que se eligió una cartera equivocada desde el inicio. Un mercado bajista, como el de este año, hace notar la tolerancia al riesgo de cada persona. Si una persona siente que su nivel de riesgo no es el adecuado para su momento actual, debe actuar para ajustarlo y reducir su grado de exposición lo más pronto posible. 

El tercer y último momento, de acuerdo con Carlson, es cuando la situación personal cambia. Las finanzas personales están sujetas a la vida de cada individuo, la cual está llena de eventos impredecibles y cambios de planes. Si uno toma una decisión que tendrá un impacto significativo sobre sus finanzas, como emprender un negocio o iniciar una familia, es hora de considerar un cambio de cartera. Por eso se recomienda tener un grado de flexibilidad y libertad sobre las finanzas personales. 

Más que recetas, los momentos son alertas para reflexionar y revisar la cartera de inversión para, de ese modo, hacer inversiones inteligentes e informadas y no terminar apostando el patrimonio en juego de ruleta.